En Cinemascope todo tienen mejor pinta, aunque sea simulado, da igual. El caso es ser consecuente con una estética y un fondo musical que busca la referencia, y La Perrera no ha podido ser más elocuente en su propuesta. Dando rienda suelta al entorno y su ambientación para luego generar "impasses" kaleidoscópicos ímplicitamente gestionados por la base musical. En definitiva, un trabajo coherente y bien estructurado, con una estética lograda en base a la austeridad.